Todos nos hemos quejado alguna vez en nuestras vidas. Algunas personas se quejan más que otras e inclusive se pasan sus días lamentándose de todo lo que los rodea. El tráfico, los servicios públicos, el transporte, la familia, los amigos y el trabajo son los principales objetivos a la hora de quejarnos.
En mi vida profesional, especialmente en los eventos que organizo, frecuentemente me encuentro con personas que se lamentan hasta por el más mínimo detalle, a veces la ubicación, el horario o alguna actividad no los satisfacen. Debemos de aprender a ver el lado positivo de las cosas y a saber quejarnos.
¿Se quejan más los hombres o las mujeres?
En 2006 Women & Language llevó a cabo un estudio que señaló que los sexos se lamentan por diferentes razones, pero uno no necesariamente se queja más que el otro. Lo dicho lo refuerza otros dos estudios, el Journal of Consumer Research indicó que las mujeres eran mucho más propensas a hablar con alguien acerca de una experiencia de compra pobre, especialmente con sus amigos cercanos. Por otro lado, un estudio hecho por la Casa Blanca encontró que los hombres hacen más quejas en temas relacionados con el trabajo y la familia.
En mi experiencia personal puedo decir que es por parte de las mujeres que recibo más reclamos.
Quejarse tanto no es bueno.
Quejarse por cualquier motivo no trae nada bueno. Empezando porque la queja se hace en forma de crítica solamente para el hecho de ventilar una insatisfacción que se ha tenido. El tiempo, la temperatura del café, el embotellamiento al que nos enfrentamos, la película que acabamos de ver y muchas otras cosas nos llevan a lamentarnos, pero no a hacer una queja objetiva que busque darle fin a nuestra insatisfacción.
La queja constante produce un mal hábito, especialmente porque se ha demostrado por medio de estudios que aquellas personas que se quejan de manera verbal no son capaces de formalizarla. Entonces, se comprueba que las quejas se hacen más como una costumbre que por cualquier otra cosa.
Una desafortunada desventaja tanto para quien se lamenta como para quien la escucha es que puede disminuir el estado de ánimo de las personas. En una serie de estudios, los investigadores rastrearon los estados de ánimo de las personas antes y después de escuchar una queja. Como se predijo, escuchar quejas hizo que la gente se sintiera peor. Además, ¡el quejoso también se sintió peor!
Lamentarse diariamente puede ser perjudicial para la salud. Quejarse produce estrés y el estrés agudiza problemas de depresión, sueño, presión arterial alta, digestivos e incluso un mayor riesgo de enfermedades cardiacas. Claramente estas enfermedades empeoran nuestra calidad de vida.
Cómo quejarse bien.
Una buena queja se conoce como «queja instrumental». La queja instrumental es aquella que trata de solucionar problemas. Especialmente si se enfoca en el impacto del problema, la importancia del cambio y coopera para crear un plan de cambio. Por ejemplo, si te quejas con tu pareja sobre el excesivo uso de la tarjeta de crédito, planteas las necesidades de una mejora y crean una solución para cumplir la meta propuesta. Guy Winch en un artículo para Psychology Today, señala que las quejas “hechas de manera efectiva y sus resultados pueden ser increíblemente empoderadores y pueden mejorar nuestro estado de ánimo y nuestra autoestima”.
Las personas felices se lamentan menos, son más conscientes, se quejan con mayor atención, más estratégicamente y con un objetivo específico en mente. Trata de aminorar tu estado de ánimo quejándote en pocas ocasiones. Quéjate solamente en aquellos casos que crees ayudará para hacer un cambio real y positivo. Limita tu exposición a quejarte disminuyendo tu exposición a las amistades tóxicas.
En conclusión, deja de quejarte por todo. No te quejes lanzando comentarios de insatisfacción a manera de ventilarlos en lugar de buscar solución a los problemas. Quéjate objetivamente, que tu lamento ayude a solucionar algún inconveniente. Y se feliz, ve el lado positivo de las cosas. “El pájaro no canta porque es feliz, sino que es feliz porque canta” – William James.
¿Te quejas diariamente por cualquier motivo? ¿Quieres dejar de hacerlo y ser una persona más alegre y positiva? Comparte tu experiencia con nosotros, estaré encantada de responderte.